Código genético del tiempo





















En el código genético del tiempo el final de un ciclo ha llegado.

Comienza la quinta luna en el calendario Maya, 5.125 años de cambios, de esperanzas y de nuevos augurios.

Dicen que el poder energético se consolida para transformarse en algo mejor. Que la “Pachamama” se comunica, nos transmite la vibra y se concentran la energías.

En muchas poblaciones  del mundo (en especial, los lugares sagrados de los Mayas, en Latinoamérica) han festejado este cambio de cambios… dicen que no hay que dejar de mirar, ni de vibrar… y que todos somos hijos del maíz. 

No sé si será o no, o si el cambio es global o sólo algo interno, personal e intransferible (como el ADN)…Sea como sea, si el final del mundo llega, que nos agarre bailando, entre estrellas fugaces y abrazos esporádicos.

Tierra mi cuerpo, agua mi sangre, aire mi aliento y fuego mi espíritu...
Despedida del año viejo en la playa de Sámara (Costa Rica), Guanared.

La búsqueda

Dicen que no hay que correr y que cuando llueve, tienes que dejar que las gotas acaricien tu piel y se resbalen por tu espalda. Que hay que caminar descalzo, para sentir la hierba al andar y notar el trazo del camino.
Cuentan que hay que cerrar los ojos y sentir lo que la vida te regala y confiar donde los sentimientos te guíen y el corazón te lleve...

La calma


Cuando los sentimientos se emborrachan y forman una pandemia de los sentidos.
Toca parar, observar y esperar.
La calma llega tranquila, como un atardecer al otro lado del oceano.