Fuerza vital



Algunas personas pasan por la vida dejando monodosis de fuerza.

Viven viviendo muchas vidas en una, y demuestran, la fortaleza del ser humano, de la bondad en mayúsculas, de la vitalidad en todo su esplendor.

Antonio Carrión es una de esas personas que son como un regalo,  por que su sola presencia hace más fuerte la tuya, y te enseña, a que vivas con más intensidad, con más ansias de conocer, de descubrir, de soñar…

Exiliado, condenado a la pena de muerte, activista, luchador incansable de las causas justas, idealista y  sobre todo no habla  sino que hace, transforma, defiende y lucha por lo que cree, con coraje y con una coherencia que ya les gustaría a muchos.

Con las palmas abiertas y con las líneas de la vida labradas en su mano, este centenario subraya : " He vivido en este siglo  siendo consciente de que la confrontación civilizada de las ideas, el diálogo, es la base de la convivencia".

La fábrica




































Alrededor de 300 personas viven de forma directa o indirecta vinculados a “la fábrica”.

Gente de paso, con diferentes nacionalidades, culturas y sueños, que de una forma u otra, han encontrado su espacio en este recinto abandonado de Poblenou, Barcelona.

Durante unos días parecía que todo iba a acabar, todo tembló cuando les llegó una orden de desalojo, que finalmente no se llevó a cabo.

Actualmente, hay una nueva denúncia en trámite, que les permite (por ahora) continuar con sus vidas durante un plazo indeterminado, antes del anunciado desalojo.

En este “espacio” les damos lugar para que cuenten en primera persona su historia y sus miedos. Para que pasen de invisibles a visibles y les pongamos nombre, mirada y voz.

Ellos, mientras, nos miran a los ojos serenos y al desnudo, con la cabeza erguida y buscando unir fuerzas, son el resultado del imparable crecimiento  de una ciudad que cierra los ojos ante realidades que caminan en paralelo al progreso. Todas estas personas son los eslabones de una cadena que se une por una causa común, tener una oportunidad.

Queda mucho trabajo por hacer en esta historia, del esfuerzo individual y colectivo dependerá que “la fábrica “ no cierre sus puertas y sirva de refugio, casa y trabajo a muchos de sus protagonistas.



Un nuevo projecto sale a la luz.